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Consejos y tutoriales

CÓMO MANTENER TU ANTIRROBO, ¡LAS BUENAS PRÁCTICAS!

Para que un antirrobo sea eficaz y conserve su función principal el mayor tiempo posible, hay que mantenerlo al igual que su bicicleta y sus accesorios. Sin embargo, el mantenimiento de su candado no es instintivo para la mayoría de las personas y saber cómo hacerlo no es fácil. Por eso Zéfal te ayuda a conocer la mejor manera de mantener tu antirrobo.

Por qué mantener tu antirrobo y los signos de desgaste

El cuidado y la limpieza de un antirrobo prolongarán su vida útil y mantendrán su correcto funcionamiento. En el uso diario, su cerradura estará expuesta a la intemperie, el frío y la humedad, lo que puede afectar a su funcionamiento. La suciedad y el óxido causados por la lluvia y el polvo pueden dañar el mecanismo. Por ello, debe limpiarse con regularidad.

El antirrobo y las partes articuladas de la misma son las zonas donde el polvo y otros elementos transportados por el aire pueden depositarse y afectar al correcto funcionamiento de la cerradura. La fricción causada por estos elementos externos al intentar abrir y cerrar la cerradura la dañará y reducirá su vida útil. Para evitar estos problemas, se recomienda una limpieza y lubricación periódicas.

Existen varios signos de desgaste que pueden alertarle sobre el buen funcionamiento de su cerradura. Si la cerradura no funciona correctamente o si tiene que forzar la llave para introducirla y/o forzarla para que gire, su cerradura está agarrotada. Te recomendamos que nunca fuerces la llave y sigas las instrucciones para solucionar su problema. En muchos casos, el uso de un spray desengrasante solucionará el problema.

Limpieza del antirrobo

El mantenimiento de tu antirrobo pasa por varias etapas, como la limpieza, el desengrase y la lubricación. Cada paso debe realizarse correctamente, con los productos adecuados para no dañar la cerradura.

En primer lugar, deberás quitar el polvo del cuerpo de la cerradura y del bloque que contiene el mecanismo con un paño limpio. A continuación, limpies el resto de la cerradura con agua jabonosa, teniendo cuidado de que no entre agua en los mecanismos. A continuación, elimines toda la suciedad y el polvo del mecanismo de la cerradura con una lata de aire comprimido. No sumerjas nunca la cerradura en agua ni utilices un limpiador de alta presión. Elimines la humedad que pueda haber en el mecanismo utilizando un spray desengrasante. Este producto también te permitirá desprecintar tu cerradura si es necesario. El spray sólo sirve para preparar tu cerradura para la aplicación del lubricante de tu elección, no es suficiente por sí solo para mantener el mecanismo.

Una vez realizados estos pasos, puedes pasar a lubricar la cerradura. Hay dos opciones: lubricación con polvo de grafito o lubricación con aceite. Para esta segunda solución, puede recurrir a nuestro lubricante Pro Wet Lube, que será perfectamente adecuado. En cuanto al polvo de grafito, debes tener cuidado de no utilizar demasiado. Una pequeña cantidad de grafito es suficiente. Una aplicación excesiva puede interferir en el movimiento del mecanismo. El polvo de grafito debe aplicarse siempre a una cerradura seca y sin lubricar.

Para aplicar el lubricante, sostengas el mecanismo en posición vertical para que el producto fluya más fácilmente hacia las zonas a lubricar. En el caso de un antirrobo con llave, puedes aplicar lubricante en la llave, introducirla y accionar el mecanismo. No olvide limpiar el exceso con un paño limpio.

entretien u13
entretien u13 desengrasante

Mantenimiento del antirrobo con Pro Wet Lube y un spray desengrasante

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Las buenas prácticas de uso

Como se vio en el artículo sobre cómo elegir un antirrobo, nuestra gama de cerraduras se desglosa en un sistema de clasificación con diferentes niveles de seguridad, para ayudarle a elegir el producto que mejor se adapte a sus necesidades. Para proteger tu antirrobo, debes seguir ciertas reglas:

+ Si es posible, elija un lugar concurrido para molestar a los ladrones.

+ No coloques el antirrobo en el suelo y fíjelo a media altura si es posible. Así evitará el contacto con el agua y el polvo, y evitará que el ladrón lo rompa golpeándolo.

+ Cuelgue tu bicicleta en un punto fijo que esté firmemente anclado al suelo y lo suficientemente alto como para que el candado no pueda ser arrancado mientras transporta la bicicleta.

+ Asegura al máximo el cuadro y la rueda trasera. Si tu bicicleta tiene cierres rápidos en las ruedas y el sillín, prevea asegurar también estas zonas, al menos con un antirrobo de cable o en forma de U. Si te falta un candado, puedes asegurar la rueda delantera con el resto de la bicicleta.

+ Evite los golpes y el contacto con superficies rugosas o sobresalientes, y sujete bien el antirrobo cuando monte en bicicleta. Dañar la superficie del antirrobo no impedirá que funcione correctamente, pero puede provocar la corrosión del acero o dañar el cuadro de su bicicleta cuando esté en uso.

+ No deje nunca el antirrobo sin utilizar en su soporte cuando lo transporte en coche en un portabicicletas para evitar el riesgo de que se suelte.

+ Si utiliza su antirrobo a diario, le recomendamos limpiarlo y lubricarlo cada 3 meses (por ejemplo, en el cambio de estación). La lubricación regular también evitará que el antirrobo se congele en invierno.

Aunque pueda parecer tedioso, siga estos consejos y buenas prácticas de mantenimiento y tu antirrobo le acompañará durante años y tu compra merecerá la pena con creces.